La pizza es un pan plano, habitualmente de harina de trigo, y en general cubierto de queso mozzarella, salsa de tomate y otros ingredientes. Es original de la cocina napolitana, pero se ha extendido por toda la tierra.
Este plato no es muy antiguo, pese a ser uno de los máximos exponentes de la cocina italiana y quizá el más conocido en el mundo de ese país; en principio era un plato innoble. No existía constancia escrita de su existencia a finales del siglo XIX, el primero que hace referencia a ella es Pellegrino Artusi en su libro "La scienza in cucina o l'árte de mangiar bene" (en español, La ciencia en la cocina o el árte del buen comer), pero sólo suministra dos formas de hacerla y otras dos para postres a base de harina, almendras, vainilla, leche y huevos. Cabe suponer que en el siglo XVIII existió este plato, aunque el único argumento a favor de esta suposición es que la base con la que se hace era popular en Italia en aquella época y asequible al pueblo llano que fue el que empezó a comerla. El tomate llegó a Italia en el año 1554 llevado por los españoles al que los italianos supieron sacar partido, hasta el punto de ser la base de casi toda su cocina, siendo la salsa de tomate el máximo exponente de su ingenio. Sólo hay tres fórmulas básicas de pizza que se consideran originales, denominadas alla porta San Gennaro, alla marinera (a la marinera) y margherita (Margarita).
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